Un bebé de once meses fue hallado vivo y bien de salud por un bombero a cien metros de su casa en el pueblo estadounidense de Castalian Springs, del estado de Tennessee, que fue azotado por fuertes tornados, informan hoy medios locales. Kerri Stowell, la madre del bebé, Kyson Stowell, es una de las 56 víctimas mortales que han causado los tornados registrados el martes y miércoles de esta semana en varios estados del sur de Estados Unidos.

El bebé fue descubierto de forma casual por el bombero David Hammon cuando inspeccionaba un campo cercano a una de las zonas más afectadas por los vientos huracanados. Hammon explicó que lo que en principio consideró "un muñeco" lo descubrió con una linterna en medio de un campo y cubierto por lodo y escombros, aunque rápidamente se dio cuenta de que movía la boca y en cuanto lo movió un poco el bebé rompió a llorar.

En el pueblo lo reconocieron como el hijo de Kerri Stowell, una de las decenas de víctimas mortales. Sus abuelos se han hecho cargo del bebé, que, para toda la comunidad, según el reverendo de la Iglesia de Cristo de la localidad, "siempre representará un mensaje de esperanza". El bombero que lo encontró asegura que se sentirá siempre vinculado a este niño. "Siempre tendrá un sitio en mi corazón", añadió.