Un nuevo asalto a la valla de Melilla se ha saldado hoy con un inmigrante fallecido y alrededor de 40 subsaharianos que han conseguido traspasar la frontera, de un total de 125 que lo han intentado pasada la medianoche.

El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, ha explicado hoy en rueda de prensa, convocada con anterioridad para hablar del problema migratorio, que el inmigrante fallecido, de unos 30 años, fue hallado sobre las 2:00 horas por un agente de la Guardia Civil en la zona conocida como Vaguada de Linares.

Según las primeras hipótesis, el subsahariano pudo haber fallecido tras una parada cardiorrespiratoria, ya que no existe ningún signo de violencia, tras saltar la valla que separa la ciudad autónoma y Marruecos.

Este subsahariano formaría parte del grupo de unos 40 inmigrantes que pasadas las 00:15 horas de hoy consiguió traspasar el vallado.

Tras esta entrada, a lo largo de la madrugada, sobre las 5:30 horas, se ha producido el avistamiento y acercamiento de un nuevo grupo de subsaharianos, compuesto por unas 300 personas, que han sido contenidas y repelidas por el fuerte dispositivo policial establecido tanto en el lado español como en el marroquí.

La nueva entrada es la tercera que se produce de manera consecutiva desde el pasado martes, por lo que la presión migratoria en estos momentos sobre Melilla es extrema.

Según ha relatado El Barkani, el pasado lunes 22 ya se produjo un avistamiento de unas 100 personas, que intentaron acercarse al vallado, pero que no protagonizaron ningún salto.

Al día siguiente, 23, se produjeron sobre las 5:00 horas dos asaltos simultáneos efectuados por más de 500 inmigrantes, de los que unos 130, según las últimas cifras, accedieron a la ciudad, 20 de los cuales fueron atendidos de heridas, en su mayoría leves, a excepción de uno que presentaba roturas en ambas muñecas.

Además, ese mismo día cinco guardias civiles tuvieron también que ser atendidos, uno de los cuales ha sido dado de baja en el servicio.

Ayer fueron otros varios centenares los inmigrantes que trataron de aproximarse, que fueron en su mayoría repelidos, aunque, según los primeros datos barajados, sólo diez de ellos consiguieron entrar en Melilla.

A estos asaltos en el vallado se suma la llegada el pasado lunes de una patera con 17 personas a bordo, que amenazaron con gasolina a la Guardia Civil e incluso con lanzar a los menores al mar para evitar ser interceptados.

Como consecuencia de estos hechos, que han sido grabados por la Guardia Civil y que han sido expuestos en la rueda de prensa, el patrón de la embarcación ha ingresado en prisión, en tanto que dos varones y dos mujeres han quedado en libertad, pero con cargos.

El delegado ha defendido una vez más la inmigración regular, frente a la clandestina, la implicación de los países afectados para solucionar el problema migratorio y la lucha contra las mafias como vías para acabar con la situación actual.

Además, como primera medida, ha señalado que ya está en la ciudad desde ayer un segundo Módulo de Intervención Rápida (MIR) de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil, que refuerza al que ya estaba en Melilla y que, nada más llegar vía marítima, se desplegó en el vallado.

El Barkani ha dicho que en este momento la idea es mantener la línea de trabajo actual, donde sea la Guardia Civil la encargada de defender la frontera, pero ha matizado que, si fuera necesario, no se descarta la presencia del Ejército en la valla.