Lucy, el esqueleto de homínido más famoso jamás hallado, ha encontrado ahora un ancestro con el que compartir fama. Se trata de un recién descubierto ejemplar de 'Australopithecus anamensis', bautizado, por ahora, como MRD-VP-1/1. De él tan solo se ha encontrado el cráneo: un fósil que, a pesar de tener unos 3,8 millones de años, se conserva casi completo y en perfectas condiciones.

Este hallazgo, publicado este mismo miércoles en la revista 'Nature', "completa el complejo puzzle de la evolución humana", según Lluís Gibert, geólogo de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Barcelona y parte del equipo de investigadores responsable de este nuevo hallazgo, y contradice la teoría de que no existe una relación genética entre ambas especies, según la cual una desaparece para dar lugar, seguidamente, a otra nueva. De hecho, los investigadores aseguran que ambas especies coexistieron durante 100.000 años.

EL HALLAZGO DE LOS AUSTRALOPlTHECUS

El 'Australopithecus anamensis' es el miembro más antiguo del género 'Australopithecus'. Esta especie se identificó previamente por unos restos dentales y fragmentos de mandíbula que databan entre 4,2 y 3,9 millones de años. Las similitudes con la dentadura del cráneo fósil encontrado, han permitido identificarlo como miembro de esta especie. Además, gracias a que el cráneo se ha encontrado casi completo se han podido identificar características craneales y faciales que no habían sido observadas anteriormente en esta especie. Los expertos consideran que algunas de estos rasgos son compartidos con la especie descendiente, 'Australopithecus afarensis', mientras que otros son más propios de grupos anteriores como el 'Ardipithecus' y el 'Sahelantropus'.

Según Gibert, "la geología y la edad del cráneo es una pieza imprescindible para poder interpretar el fósil en el contexto de la evolución humana". El cráneo fue hallado en 2016 en una localidad no estudiada hasta entonces, situada en la región de Afar (Etiopia). Se trata de una zona semidesértica, atravesada por varios ríos junto a los cuales hay mucha vida y situada cerca de un punto triple donde se separan tres placas tectónicas y hay una actividad volcánica muy activa. Los investigadores consideran que en la época en la que vivió este recién descubierto homínido, hace, 3.8 millones de años, la situación tectónica pudo ser similar, dado que destacan acumulaciones de cenizas volcánicas de hasta dos metros de espesor.

La recogida de muestras de sedimento y cenizas volcánicas próximas al yacimiento junto con datos paleomagnéticos han ayudado a determinar la edad precisa del fósil. Por otro lado, las muestras de polen, diatomeas y biomarcadores además de fauna hallada asociada al cráneo, ha dado a los investigadores "una idea aproximada de cómo era la vegetación y ambiente del entorno" según comenta Lluís Gibert.

AMBIENTE FAVORABLE PARA LOS HOMÍNIDOS

Lo que se sabe del paisaje donde vivió MRD, es que contenía un lago de cierta salinidad y de entre seis y ocho metros de profundidad que estaba alimentado por un río de dimensiones parecidas al actual río Mille. En este entorno existía vegetación boscosa, pero en puntos alejados del agua el polen revela un ambiente más abierto y árido con una vegetación dominada por arbustos y una proporción variable de hierbas, quizás parecido al actual. "El ambiente entorno al lago debió de ofrecer multitud de recursos alimenticios para unos individuos que ya caminaban de forma bípeda", argumenta el geólogo.

El hallazgo de este nuevo ejemplar de homínido se ha llevado a cabo en el marco del proyecto WORMILL (Woranso-Mille) dirigido por Yohannes Haile-Selassie Comisario del Museo de Historia Natural de Cleveland y profesor de la Universidad Case Western Reserve (Estados Unidos) que desde hace 15 años ha proporcionado unos 230 fósiles de homínidos y en 2016 descubrió este cráneo.