La Asociación Nacional del Rifle (NRA) ha dado la vuelta a los cuentos clásicos para acercar las armas a los niños en su nueva campaña.

Cómo Hansel y Gretel evitan ser encerrados por la bruja de la casa de caramelo o cómo Caperucita Roja y su abuelita se deshacen solas del lobo malo, son tan solo dos de las historias que la NRA ha reescrito para promover el uso seguro de las armas y su tenencia entre las familias estadounidenses.

Amelia Hamilton, una "bloguera conservadora" como ella misma se define antes de cada uno de los relatos, ha sido la encargada de tergiversar los cuentos clásicos de la mayoría de infancias. La autora de la 'Serie Patriótica de Cuentos Infantiles' y defensora de las armas ha dado un giro radical a los relatos convirtiendo a los personajes infantiles en cazadores o hábiles disparadores que son capaces de sacarse solos las castañas del fuego e incluso salvar a otros menores que, como no, iban desarmados y han caído en la trampa del malo.

BLOGUERA PATRIÓTICA

En el caso de Caperucita Roja, solamente el hecho de sacar el rifle basta para proteger a la abuelita del lobo. "Oh, cómo odiaba el lobo que las familias hubieran aprendido a defenderse por sí mismas", afirma el cuento. La autora ha asegurado que su versión del cuento es mejor que el original para educar porque "el cuento original es muy violento. Los niños aprenderían más sobre seguridad si se pudieran evitar las situaciones que se exponen allí", según ha afirmado en una entrevista del programa de la NRA "Cam & Co".

Según la NRA, añadir armas a los cuentos infantiles de los hermanos Grimm es bueno, educa y ayuda a las familias a inculcar los valores de la posesión de armas a los más pequeños.