Poco antes de empezar uno de los viajes más emocionantes de su vida --el que le permitió experimentar la ingravidez, que al cierre de esta edición aún no había finalizado--, el astrofísico Stephen Hawking afirmó que "la posibilidad de flotar libre en gravedad cero será maravilloso". Gracias al viaje organizado por la compañía Zero-G, Hawking, que desde hace casi 40 años permanece confinado en una silla de rueda a causa de la enfermedad que padece (esclerosis lateral amiotrófica), pudo sentirse libre de las ataduras físicas que implica su enfermedad.

En una rueda de prensa anterior, afirmó que con su viaje quiere promover el "interés de la gente por el espacio". Según el autor de Una breve historia del tiempo, el futuro de la humanidad pasa por el espacio, ya que "la vida en la Tierra está cada vez más amenazada de ser aniquilada por algún desastre como un súbito calentamiento global, una guerra nuclear o un virus modificado genéticamente".

El vuelo consistió en ascender hasta 10 kilómetros de altura en el interior de un Boeing 727 especialmente acondicionado para vuelos parabólicos. Una vez alcanzada esta altitud, el avión desciende en picado, creando un efecto físico que permite experimentar la gravedad cero durante 25 segundos. Estaba previsto que el Boeing 727 efectuara este ejercicio en varias ocasiones, y que Hawking estuviera siempre bajo supervisión médica.