--A sus años está usted como pez en el agua.

--Pues mira, para tener 73 años y lo que he trabajado, cuatro hijos y el marido enfermo, pues me encuentro bien, gracias a Dios, pero eso ya no cuenta que hay que mirar para adelante.

--¿Por eso dicen que sabe más el diablo por viejo que por diablo?

--La experiencia es un grado.

--¿Empezó a nadar a la vejez viruela?

--Yo nado de siempre. No ves que antes íbamos a lavar al río y como nos juntábamos todas las vecinas acabábamos en el agua.

--¿Le molesta que les llamen ancianos?

--Yo soy mayor ni anciana ni vieja, que viejos son los trapos.

-- Y nada usted lo que no nada mucha gente joven.

--Por lo menos quince largos si me hago, pero no puedo dar más de sí que también hago gimnasia tres días a la semana.

--Diría mi madre que porque estará bien de las piernas

--Pues de momento no me quejo, gracias a Dios, porque de lo que más me canso es de estar mucho tiempo sentada. Pero lo que hay que tener son ganas y energía.

--No pierde usted el tiempo.

--Para tres días que vivimos, digo yo.

--¿Del día de la mujer trabajadora qué me dice?

--Que ni fu ni fa, la verdad.

--¿Hay que ser todoterreno para ser madre trabajadora?

--Para mi es que ahora se agobian más que nosotras, que yo también he trabajado toda mi vida y he criado a mis hijos. Pero ahora nos gusta mucho salir.

--¿Y eso es malo?

--Hombre, no. Lo que pasa es que antes no podíamos salir y no salíamos. Pero como yo he trabajado, creo que la mujer tiene que trabajar y lo que habrá es que saber organizarse y poner al marido a ayudar en casa.

--¿Enseñó así a sus hijos?

--A ver. Mis hijos saben guisar, planchar, fregar porque yo trabajaba. Y hoy me lo agradecen.

--Sus nueras la querrán con locura

--Sólo tengo una, pero sí. Mira, mi hijo los domingos no sale de casa hasta que no deja la colada planchada porque ella también trabaja. Mis hijos están bien enseñados. Hoy los niños están más consentidos.

--Cuántas ministras de Hacienda se ha perdido España.

--Date cuenta de cómo va una casa sin mujer que la administre.

--¿Dígame qué es la vida?

--Para mí ha sido muy mártir, pero hoy doy gracias a Dios porque estoy bien, tengo todo lo que necesito, a mis hijos no les falta de nada y vivo a gusto con Julio. Y lo que ha cambiado, nunca se ha vivido tan bien como ahora.