-Pocas veces llegan los homenajes en vida.

--Siempre es un placer. Muchas veces trabajo en solitario y a veces no sabes si las cosas llegan a la gente. Esto me da a entender que ha gustado lo que he hecho.

-Y, ¿qué es lo que ha hecho?

--Aportar mi forma de ver el mundo y de entender a la gente.

-Cine como entretenimiento o reivindicación.

--Cine es todo. Lo más importante es que da igual el adjetivo que le pongamos siempre que conmueva al espectador y que se sienta involucrado en lo que está pasando en la pantalla.

-Tiene fama de guerrillera.

--Sí, porque lo soy en mi vida, es inevitable. Pero en el sentido en que me gusta cambiar las cosas que no me gustan del mundo. Intento plasmar esa inquietud.

-¿El cine como mejor arma?

--Si consigues que la gente lo vea.

-No corren buenos tiempos

-La polémica que ha habido es el reflejo de la fragilidad de la industria del cine, pero en toda Europa. El problema es que con esta globalización nos obliga a ver sólo el cine americano. Cuenta historias desde el punto de vista de esa cultura. Parece que tenemos que pertenecer todos a ella. El que los países puedan hacer su cine es fundamental para poder mantener la diversidad cultural. Nos están machacando.

-Buen diagnóstico de la situación... ¿un tratamiento?.

--Hacer buen cine, pero también saber que si no protegemos nuestro cine, desaparecerá porque ahora lo que rige es el fin económico. Pero no tengo la medicina, sólo ser consciente de que no todo es que las cosas den dinero, sino que también podamos contar nuestras historias desde nuestra cultura.

-Pero usted sigue rodando

--Sí, estoy trabajando en mi próxima película que rodaré en noviembre. Intenta acercarnos dos culturas que creo muy cercanas aunque el mundo actual se empeña en separar como es la marroquí y la española. Supongo que porque nací en Granada y reconozco muchos elementos comunes. Así lo vi la primera vez que viaje a Marruecos.

-¿Como la discriminación hacia la mujer?.

--Ese es otro tema. Pero creo que nos han vendido que la desigualdad está superado y que la mujer está integrada en el mundo laboral; pero todo es falso. Dentro del mundo del cine pasa lo mismo que en cualquier otro sitio. El problema es que la mujer trabaja muy bien y estamos muy preparadas pero el acceso a los puestos de responsabilidad está vetado. En mi campo es evidente si comparamos los presupuestos con los que ruedan mis contemporáneas y los de mis contemporáneos; eso marca claramente la diferencia.