Unos coprolitos o heces fosilizadas descubiertos en unas cuevas de Oregón, en Estados Unidos, se convirtieron oficialmente ayer en los restos humanos más antiguos de América y confirmaron que el continente estuvo poblado 1.200 años antes, como mínimo, de lo que sugiere la hipótesis más académica. Los coprolitos, que de forma milagrosa han conservado restos de ADN, tienen una edad estimada de 14.300 años y son, por tanto, más viejos que la llamada cultura Clovis, considerada durante mucho tiempo la herencia más antigua del primigenio poblamiento. "Se decía que no había nada antes --afirma Dennis Jenkins, arqueólogo de la Universidad de Oregon--. Hemos roto la barrera del sonido Clovis". Los detalles del trabajo, en el que han colaborado investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela y del Instituto de Toxicología de Tenerife, se publican esta semana en Science .

Jenkins encontró las primeras heces fosilizadas en el año 2002 en un complejo de cuevas llamadas Paisley, unos 350 kilómetros al sureste de la ciudad de Eugene, en la cordillera Cascade. Ahora ya son en total 14 coprolitos, seis de los cuales fueron útiles para obtener ADN y determinar el haplotipo o grupo humano al que pertenecieron. Algunos de los coprolitos contienen ADN de zorros, lobos y coyotes, posiblemente porque formaron parte de un banquete de cazadores o bien porque los animales orinaron sobre las heces, dicen los científicos. Los investigadores insisten en que se han hecho todas las pruebas necesarias para descartar una contaminación por ADN moderno. Los análisis genéticos fueron coordinados por Eske Willerslev, de la Universidad de Copenhague.

DE VARIAS EPOCAS Dos equipos diferentes, además, se encargaron de datar las muestras por la técnica del carbono 14. Todos los restos no corresponden a la misma edad --los hay 2.000 años más recientes--, por lo que la cueva fue posiblemente una zona habitual de paso en varios momentos de su historia. "Una de las cosas más sorprendentes es que han logrado obtener ADN de coprolitos de esa época porque la materia orgánica se degrada fácilmente" afirma Alejandro Martínez, profesor de Antropología en la facultad de Biología de la Universidad de Barcelona (UB).

"El material de la cueva Paisley es el ADN humano más antiguo obtenido en América", insiste Willerslev. "Tenemos suficiente información para decir que es la primera gran prueba de los primeros americanos", añade Thomas Gilbert, también de la Universidad de Copenhague.

En las cuevas de Oregón no hay utensilios líticos, por lo que se desconoce la tecnología que tuvieron los pobladores. Los autores del descubrimiento lo llaman yacimiento pre-Clovis, aunque también podría ser un Clovis mucho más primitivo de lo que se cree actualmente. "Es incierta la vinculación de los coprolitos a una cultura determinada", asume Jenkins.

Lo que sí recuperaron en las cuevas fue hilo realizado con fibras de plantas y tendones, piel, cuerdas, clavijas de madera, huesos de animales (cabellos, camellos, ovejas) y puntas empleadas como proyectiles.

El hallazgo, en cualquier caso, apenas sirve para resolver algunos de los grandes enigmas del poblamiento americano: ¿hubo una o varias migraciones desde Asia? , ¿cuándo empezó el proceso migrador? Gran parte de las teorías actuales están basadas en estudios genéticos y lingüísticos indirectos, no en pruebas tangibles.