El cardenal Philippe Barbarin, arzobispo de Lyón, considera que la visita de Juan Pablo II a Lourdes este fin de semana marca la "reconciliación" del Papa y de la Iglesia católica con Francia después de un "año difícil" con diferentes puntos de fricción con las autoridades del país. En una conferencia de prensa, Barbarin citó entre los puntos de conflicto de las relaciones entre el jefe de la Iglesia católica y Francia "el laicismo, el velo y la ley de la bioética, que es una gran herida para nosotros, los católicos".

Francia fue el país que más firmemente se opuso a que el proyecto de Constitución de la UE aludiera a las raíces cristianas del viejo continente. También provocó el descontento de la jerarquía eclesiástica la aprobación de la ley sobre los signos religiosos en la escuela, para evitar los considerados "ostensibles".