"Cuando tienes a 90.000 personas dispuestas a sacrificar un sábado en un campo de fútbol para escuchar a Dyango y Peret, pero ante todo a Ramoncín y Paco Ibáñez, estás cerca ya de la fase de reclutamiento de comandos suicidas para la conquista del harén particular de vírgenes en el Mas Allá". Así de contundente empieza el artículo del periodista Hermann Tertsch publicado este martes en el diario ABC. Y más adelante añade: "Antes de que, escuchado mil veces el CD de Ramoncín, Dyango y Paco Ibáñez, los fanatizados yihadistas de Junqueras acaben convencidos de que estamos en Paquistán, hay que acabar con un malentendido de 35 años".

Hermann Tertsch dice que el momento es "difícil" y "dramático", que asegura que es propiciado por "el carácter de Rajoy y su Gobierno". El periodista propone "la reconstrucción de la presencia de España en sus regiones", que asegura que ha sido retirada. "La agresividad contra todo discrepante por parte del ultranacionalismo deja adivinar la inevitable deriva totalitaria de una Catalunya independiente", remata Tertsch.

Enfrentamiento

Todo ha empezado cuando la periodista Pilar Rahola ha compartido el enlace al artículo en Twitter y ha preguntado a sus seguidores si Tertsch "está enfermo o está bebido" y ha instado a los 90.000 asistentes al concierto a "poner cada uno una denuncia personal contra este injuriador". Inmediatamente ha saltado el periodista de ABC, que ha acusado a Rahola de orquestar "la necedad y la falta de humor de quienes quieren lincharme otra vez".

"Bajad el tono, dejad de llamar fascista a todo el que no os baila el agua y respetad las leyes y a los demás", ha pedido Tertsch, a lo que Rahola ha contestado: "Bajad el tono, dejad de llamar nazi a todo catalán que no os baile el agua y respetad la voluntad democrática de un pueblo".

Reafirmación ante las críticas

Sin embargo, Hermann Tertsch, lejos de matizar sus palabras o suavizarlas, se ha reafirmado. Incluso se ha crecido ante las críticas de los tuiteros. En algunos momentos, incluso se ha servido de un tono algo burlón y ha atribuido falta de sentido del humor a los críticos. "Pobre niño, que cree que no tiene nada que aprender. Es parte de la enfermedad que os inoculan. Pero se puede salir. Ánimo", ha respondido a un joven usuario crítico con su columna.