¿Puede una examante del mafioso más famoso de la historia holandesa formar parte de la familia real? Toda Holanda se hace ahora esta pregunta desde que un antiguo guardaespaldas del narcotraficante Klaas Bruinsma lanzó esta bomba con motivo de la boda del príncipe Johan Friso, (foto derecha) segundo hijo de la reina Beatriz, y su novia, Mabel Wisse Smit (foto izquierda).

Bajo su aspecto de señorita pija, educada, doctora cum laude y fundadora de varias ONG, Mabel Smit, parece esconder un pasado oscuro repleto de relaciones con poderosos. Pero el affaire más llamativo se remonta a 1990, cuando empieza su relación con el capo de la mafia holandesa en Amsterdam, una organización que saldaba sus deudas con muertes hasta que, en 1991, el propio Bruinsma fue asesinado.

Pese a que otros exempleados y compañeros del capo han negado el idilio, el daño ya está hecho, ya que Mabel no ha dicho la verdad. Primero afirmó que sólo había conocido a Bruinsma de manera superficial. Luego reconoció que "pasó algunas noches en su barco". El culebrón es un problema para el primer ministro, Jan-Peter Balkenende, porque las bodas reales son asuntos de Estado. El Gobierno ha encargado una segunda investigación sobre Mabel.