El hombre cuyo cadáver ha sido encontrado este lunes junto al de su hija de seis años en una vivienda de la localidad malagueña de Campillos estaba condenado por violencia machista contra su expareja, según la Delegación del Gobierno. El hombre mató a la menor y después se suicidó.

En un comunicado, la Delegación de Gobierno en Málaga informa de que el pasado diciembre, el padre de la menor, Diego G.P., de 32 años, fue condenado por el Juzgado Mixto número 3 de Antequera por violencia machista contra su expareja a seis meses de prisión y la prohibición de acercamiento y comunicación hacia ella durante dos años. La pena de prisión estaba suspendida, mientras que no constan medidas de alejamiento de la hija.

Un cuñado del fallecido encontró los cadáveres por la mañana cuando iba a recoger a la menor, L.G.G., para llevarla a un centro de transporte para que regresara con su madre, que reside en Mataró, según ha dicho a EFE el alcalde de Campillos, Jesús Galeote.

Se trata de la primera vez este año en España que un padre ejerce la violencia machista atentando contra la vida de la hija menor de edad que tenía en común con su expareja, aprovechando el régimen de visitas que tenía concedido, según la Delegación del Gobierno.

La delegada del Gobierno de Andalucía, Carmen Crespo, ha expresado su consternación y repulsa ante este caso, que ha calificado como "un hecho triste y doloroso que merece la profunda repulsa del conjunto de la sociedad". Respecto a los hijos que se ven involucrados en casos de violencia machista, ha señalado que "un menor solo por ser testigo de hechos agresivos contra su madre puede sufrir secuelas psicológicas de por vida", ha indicado.

Por otra parte, ha considerado que es "fundamental reforzar las medidas de sensibilización, prevención, información y protección efectiva para las víctimas de violencia de género, así como el fomento de las denuncias".

Estadística

En este sentido, Crespo ha recordado que los datos reflejan una ligera bajada del número de denuncias presentadas por la víctima directamente o a través de atestado policial, que pasaron de 20.529 en el 2011 a 20.081 en el 2012.

También han descendido significativamente las denuncias por parte de familiares, de 596 en el 2011 a 300 en el 2012, y los partes de lesiones, de 3.951 en el 2011 a 3.413 en el 2012.

En lo que va de año se han quedado huérfanos en España ocho menores de edad como consecuencia de la muerte de sus madres causada por sus parejas o exparejas.