La imparable lacra de la violencia contra las mujeres registró ayer por la tarde un nuevo episodio, esta vez en Barcelona. Un hombre de 36 años mató a una mujer de 40 en un piso de la calle de Sardenya y posteriormente se ahorcó, según informaron anoche fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona.

El drama comenzó alrededor de las cuatro de la tarde. A esa hora, el servicio de emergencias médicas 061 recibió una llamada desde un móvil. El personal que atendía el teléfono pudo oír cómo el supuesto agresor, M. P. N., de 36 años, amenazaba con quitarse la vida después de confesar que había matado a su compañera, según relataron las mismas fuentes policiales.

El 061 comunicó el contenido de la llamada al Cuerpo Nacional de Policía, que llamó al móvil. Respondió la madre de M. P. N., que les dio una dirección donde supuestamente estaba su hijo. Una patrulla llegó al inmueble, pero nadie contestó, por lo que los agentes creyeron que era una falsa alarma.

NUEVA LLAMADA Horas después la madre del presunto homicida volvió a ponerse en contacto con la policía e informó de que su hijo podía encontrarse en el domicilio de un tío. Una vez en el interior del piso, los policías encontraron el cádaver de la mujer, María del Carmen G. R., de 40 años, que presumiblemente había fallecido asfixiada. Junto a ella, estaba el cuerpo sin vida de M. P. N. El hombre estaba bajo una orden de alejamiento de otra mujer y tenía un antecedente policial por intento de asesinato en el 2003, según la policía.

El asesinato de ayer en Barcelona eleva a a 25 el número de mujeres muertas a manos de sus parejas o ex en lo que va de año. Además, siete menores también han fallecido en el ámbito doméstico este año, según el recuento de las organizaciones feministas.