Un ciudadano chileno, José Manuel G.C., detenido en Cantabria por su presunta relación con una ola de hurtos, se ha comido las yemas de los diez dedos de las manos para dificultar su identificación, ya que tiene reclamaciones judiciales por robo en Barcelona y Burgos. A José Manuel G.C., de 43 años y en situación irregular en España, se le relaciona con 25 hurtos a ancianos, diez de los cuales están denunciados en Santander, 13 en Burgos y dos en Barcelona. La investigación policial continúa abierta para determinar la implicación el detenido en otros hechos delictivos, ya que se le considera un delincuente "de alta profesionalidad" y especialista en robos.