Una agente de los Mossos d’Esquadra ha recibido un disparo en la tarde del miércoles en Santa Coloma de Gramenet, pero afortunadamente la policía llevaba puesto el chaleco antibalas cuando ha recibido el tiro y no ha resultado herida.

Los hechos se han producido cuando varios miembros de los Mossos han intervenido para procurar que un hombre que estaba alborotando e increpando a otras personas en la avenida de la Generalitat cejara en su actitud. En el momento de los hechos había muchas personas en la calle que han presenciado todo lo ocurrido.

REDUCCIÓN

La intervención ha obligado a los agentes a reducir al individuo, que según varios testigos de los hechos era muy corpulento. Ha sido precisamente durante la maniobra de reducción cuando el hombre se ha apoderado de la pistola de uno de los Mossos y ha disparado contra la mujer policía. Durante la detención, el agresor (cuyo nombre responde a las iniciales D. B.) también ha lesionado a otros tres agentes, que han sufrido golpes y contusiones.

La agente llevaba puesto el chaleco antibalas cuando ha recibido el disparo, que le ha alcanzado en la altura de la cintura, por lo que la bala no ha penetrado en su cuerpo. No obstante, la policía ha sido trasladada a un centro médico para ser puesta en observación. Horas más tarde esta agente y los dos policías contusionados han sido dados de alta.

RECLAMACIÓN DE LOS SINDICATOS

El secretario general del sindicato de los Mossos (SME), Toni Castejón, ha mostrado su preocupación por este episodio y también ha recordado la agresión que sufrió otro agente en Arenys de Mar (Maresme) el pasado domingo, cuando fue golpeado por unos ladrones de coches.

Hoy también ha trascendido que otro agente ha resultado herido en Pineda de Mar (Maresme) cuando se disponía a detener a un hombre. Este le ha mordido en la mano y le ha roto la falange de un dedo.

Castejón ha recordado que muchos agentes todavía no disponen de las nuevas protecciones ligeras que pueden llevarse debajo del uniforme policial. La primera vez que salió a la luz esta reivindicación de los Mossos fue en una actuación que tuvo lugar en el 2010, en el transcurso de una actuación policial en un burdel ilegal ubicado en un bloque de pisos de Barcelona.

El prostíbulo fue asaltado y uno de los ladrones disparó con una escopeta recortada contra uno de los agentes que acudió al lugar para detenerlos.