Regresaban tras pasar la tarde juntos, de compras en Valladolid. Durante el trayecto de regreso a casa, en coche, él la agredió con una navaja, la mató y después abandonó su cadáver en un contenedor cercano al domicilio familiar, en Salamanca, antes de entregarse en una comisaría de policía. Raquel F. J., de 41 años, se convirtió ayer en la víctima número 68 de la violencia doméstica en lo que va de año.

Los hechos sucedieron ayer por la tarde. El matrimonio, con dos hijos pequeños, dedicó el día de descanso del marido, José Antonio C. C., de 45 años, --camarero en un conocido restaurante salmantino--, a adelantar las compras navideñas. La pareja viajaba en su Ford Escort cuando, por circunstancias que no trascendieron, se enzarzaron en una discusión que degeneró en la agresión mortal.

Tras matarla, el hombre trasladó el cadáver de su mujer al maletero y prosiguió su camino hasta Salamanca. Pocas calles antes de llegar a su casa, José Antonio abandonó el cadáver de Raquel en un contenedor y se presentó en la comisaría de su barrio. Eran la 22.45 horas.

PAREJA "EDUCADA" Tras escuchar el relato del hombre, varios agentes se trasladaron hasta el contenedor de la calle de Enrique Villena, a la altura del número 7, y en su interior encontraron el cadáver de Raquel. En las inmediaciones del domicilio de la pareja, la policía localizó el vehículo en cuyo interior todavía eran visibles restos de sangre.

Vecinos del matrimonio, así como compañeros de trabajo del parricida, mostraron ayer su estupor y sorpresa ante este asesinato. Todos coincidieron en señalar que la pareja era "educada y normal".