Acababa de pedir cita en el centro municipal de atención a la mujer para asesorarse sobre los trámites necesarios para divorciarse de su marido. Horas después, éste la mató a puñaladas mientras sus dos hijos dormían en el otro cuarto. Todo esto ocurrió en la madrugada de ayer en el municipio sevillano de San José de la Rinconada.

Sobre las 2.30 horas, Rafael S. N., que es licenciado en Derecho y trabaja como funcionario de prisiones, entró en el cuarto en el que dormía su mujer armado con un cuchillo. El presunto agresor, de 38 años, asestó varias puñaladas mortales a su esposa, Montserrat Andrades, de 34 años, mientras sus dos hijos, de 2 y 7 años, dormían en la habitación de al lado.

Acto seguido, Rafael S. N. llamó a su hermana, a la que pidió que se hiciera cargo de los niños. Luego, se puso en contacto con la policía para confesar el crimen. Fuentes de la investigación aseguraron que el agresor abrió la puerta a los agentes con las manos aún ensangrentadas y, con mucha tranquilidad, les llevó hasta la habitación donde yacía su mujer. Acto seguido, el hombre sufrió un ataque de ansiedad y tuvo que ser atendido en un centro sanitario antes de declarar ante la Guardia Civil.

La hermana de la víctima confirmó que hace dos o tres años la pareja ya intentó separarse, pero "se dieron una segunda oportunidad y volvieron". Sin embargo, hace escasos meses "comprendieron que no podían seguir juntos y decidieron alejarse definitivamente". "El nunca lo aceptó", dijo. Según su versión, el marido de su hermana "siempre le reprochaba que no valía nada, ni ella ni su trabajo ni su sueldo".