LA IGLESIA católica ha decidido convertir en sondeo el secreto de confesión, transformar en datos las confidencias de los fieles y divulgar las conclusiones. La más llamativa, según publica L´Osservatore romano , es que a los varones los pierde la lujuria (es su mayor pecado, el vicio que los atormenta), y que el infierno de las mujeres viene a ser la soberbia. O sea: se peca distinto según el sexo.