Fernando P.S., el hombre de 30 años que la pasada madrugada asesinó presuntamente a dos de sus hijos de 9 y 3 años en Leganés (Madrid), padecía un transtorno psiquiátrico grave y se había separado hace unos 15 días de su pareja, Carmen, quien vivía con otras dos hijas de 12 y 14 años.

El psicólogo clínico del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Antonio Gamonal, quien acompañó a la familia tras el suceso, destacó que las relaciones de la pareja eran "normales y civilizadas" a pesar de la separación y que el hombre pudo sufrir un "brote psicótico" ya que, al parecer, había dejado de tomar su medicación.

Fernando P.S., con antecedentes por reclamación judicial y por agresión sexual, no había sido denunciado por su mujer por malos tratos y, según los servicios sociales que atendían a la familia desde hace cuatro años, los niños "no faltaban nunca a clase" y la familia asistía regularmente a las sesiones programadas.

RELATO DE LOS VECINOS Vecinos del barrio relataron que sobre las 4 horas de la madrugada se despertaron sobresaltados por el ruido que hizo el hombre al caer a la calle desde su ventana del tercer piso, desde donde se arrojó con un cuchillo clavado en el pecho.

El propio Fernando P.S, que se encuentra ingresado en el Hospital Severo Ochoa bajo vigilancia policial y que todavía no ha prestado declaración, confesó a la policía que había matado a sus hijos.

La policía encontró a los dos menores, Aarón y Manuel, muertos por heridas de arma blanca en un dormitorio y en la cocina.

Horas antes, la ex pareja de Fernando P.S. había acudido a la comisaría y denunciado que, como consecuencia de una riña con su ex compañero, su ex suegra la había amenazado con insultos.

La madre se despidió hoy de sus pequeños en el entierro que se ofició en el cementerio de Carabanchel entre lágrimas y con gritos de "por qué, por qué" y tanto ella como su hermana tuvieron que ser atendidas por el SAMUR por la ansiedad.

EL ENTIERRO Aproximadamente medio centenar de personas asistieron al sepelio de los niños, que fueron enterrados en cajas blancas y en la misma fosa -un enterramiento de caridad del Ayuntamiento de Madrid- tras escuchar a tres predicadores evangelistas.

La pareja se había separado hacía unos 15 días y había acordado que él se quedara con los niños y ella con las niñas, pero según el asesor del Defensor del Menor, se mantenían en contacto.

Ayer mismo el hombre, de etnia gitana y que según los vecinos se dedica a la venta y recogida de chatarra, llamó a la mujer para pedirle que cuidara ayer a uno de los niños porque estaba "pachucho" y él tenía que trabajar; habían quedado que a las 11 de la mañana se lo llevaría.

Gamonal insistió en que el padre debió sufrir "una enajenación mental o un brote psicótico".

La mujer, según los servicios sociales de Leganés, es "una madre ejemplar volcada en sus hijos" y los familiares de ésta dijeron que el padre "también quería mucho a los niños".