Un hombre de 65 años de edad se suicidó ayer en presencia de los agentes policiales que pretendían detenerle en su casa de Miguelturra (Ciudad Real) después de tirotear a su familia y herir de gravedad a su hija cuando su compañera sentimental le dijo que le dejaba y regresaba a Colombia, su país natal.

Los hechos ocurrieron sobre las 10.30 horas de ayer en el número 5 de la calle Isaac Peral, donde Gregorio A.F. vivió los últimos cinco años junto con E.D.G., de 50 años y de nacionalidad colombiana, durante una discusión en presencia del hijo y una amiga de la mujer y de la hija del agresor.

Gregorio, que carecía de antecedentes policiales pero que, según dos de sus vecinos, "tenía muy mal genio", "era muy severo" y "se le iba la cabeza", cogió una escopeta de caza y disparó contra sus familiares, hiriendo de gravedad en el abdomen y en un codo a su hija, G.A.D.S., de 43 años.

El joven, de 28 años de edad, y la amiga de su compañera también resultaron heridos leves, y escaparon con la mujer en un coche, al que el agresor persiguió por la calle y sobre el que disparó hasta en tres ocasiones.

Tras el tiroteo y mientras su hija permanecía herida en el suelo de la casa, Gregorio se recluyó en el patio de la vivienda, donde lo encontraron los agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil que, alertados por los vecinos, se trasladaron al lugar del suceso.

Los efectivos policiales encontraron al hombre con la escopeta en la mano y aunque trataron de que se calmara y de que se persuadirle para que se entregara no pudieron evitar que se suicidara de un disparo.

La mujer herida fue trasladada de urgencia al Hospital de Ciudad Real, donde ingresó consciente pero en estado grave y con una importante pérdida de sangre y fue intervenida quirúrgicamente durante cuatro horas para reparar los daños causados en el abdomen. Según los vecinos, la compañera sentimental de Gregorio no aguantaba más su carácter y había decidido volver a Colombia, por lo que llamó a su hijo y a su amiga para que la ayudaran.