Claudio Guillén, en su discurso de ingreso en la Real Academia Española, homenajeó ayer a los intelectuales de su generación que como él sufrieron "la ruptura desmesurada" y el "corte profundo" del exilio. El nuevo académico dirigió ese homenaje especialmente al escritor Vicente Llorens, su "maestro en el conocimiento de los destierros".

Guillén, miembro de la segunda generación del exilio e introductor en España de la literatura comparada, pasó más de la mitad de su vida en el extranjero, desde que, a los 15 años, en 1939, partió al exilio junto con su padre, el gran poeta Jorge Guillén, primero a Canadá y luego a Estados Unidos, donde conoció a algunos de los más grandes intelectuales españoles del siglo XX.

RUPTURA

"Ruptura desmesurada y corte profundo, los de este éxodo, pero también formación sucesiva de unos ámbitos donde los hijos no pudieron sino sentirse herederos de la España democrática y republicana, de las obras y los hombres que sus padres habían admirado", dijo Guillén.

Nacido en París en 1924, Guillén recordó a otros representantes de su generación: "Todos han obedecido a una irresistible vocación literaria, fieles a los requerimientos de su memoria histórica", y todos, como el propio Guillén, se vieron obligados a plantearse "el problema de la identidad".