Mérida será el escenario del rodaje de un cortometraje que quiere investigar en la vejez humana. El hilo conductor será la difícil situación a la que se enfrenta una familia cuando el abuelo ingresa en una residencia. La idea es de Jorge Muriel, un joven cineasta madrileño con una vinculación muy especial con la ciudad, ya que sus abuelos y su padre son emeritenses.

Se estrena en la dirección de un corto con Zumo de limón , que se rodará durante la primera semana de octubre en varios puntos de la ciudad en la que pasaba los veranos cuando era niño, viviendo en la casa de sus abuelos, muy cerca del antiguo matadero, y en cuyo patio había un limonero que en su película simboliza el paso del tiempo.

La idea de la película surgió hace dos años, tras la muerte de su abuelo. Esta situación, como en cualquier familia, llevó a su abuela a ingresar en una residencia de mayores de la ciudad. Su propia experiencia y la de otras personas que le rodean inspiran un guión que, según aclara, no cuenta la historia de su familia. Jorge sintió que necesitaba investigar sobre un fenómeno del que nadie está a salvo: la vejez. Ese último capítulo de la vida al que le rodea la triste certeza de que se acerca el final, de que ya no habrá futuro.

"Intento hacer un homenaje a la vejez, en el sentido de lo duro que supone la propia vida y llegar a ser mayor, y en lo que la vejez implica, ser abandonado y enfrentarte al final de tus días". Pero el cortometraje también quiere ser un homenaje a Mérida, donde se rodará íntegramente. La residencia de mayores El Prado, la calle Ramón y Cajal o el puente romano, desde donde se rodará el ocaso como metáfora de la vejez, son algunos de los escenarios elegidos.

La Virgen de la Amargura y los típicos caramelos de la Mártir (en cuya elaboración se utiliza el jugo de limón), son pequeñas pinceladas del homenaje que quiere brindar a Mérida.

Jorge Muriel ha estado esta semana en la ciudad para concretar localizaciones y para buscar colaboraciones para la financiación del corto, para cuyo rodaje se desplazarán a la ciudad una treintena de personas, entre técnicos y actores.

Aún no se ha inscrito su nombre en los títulos de crédito, pero la actriz Chus Lampreave ya tiene el guión del corto sobre su mesa para dar vida a la abuela, la protagonista del corto. La acompañarán otra grande del cine español, Asunción Balaguer, además de Jesús Polanco, que hace el papel de abuelo, y actores extremeños como Camilo Maqueda, Juan Expósito y Sonia de la Antonia. El propio Jorge Muriel dará vida al nieto que visita a la protagonista en la residencia de mayores. Solo le falta encontrar una cosa para cerrar los lugares en los que se rodará el corto: un patio con un limonero como el de sus abuelos.