El pasado junio, el guardia de seguridad Manuel Apaolaza asesinó en San Sebastián a su superior, Florencio Parra, tras discutir sobre cuestiones laborales. Después prendió fuego a la sede de la Hacienda guipuzcoana, un inmueble de 15 plantas. El caso se cerró cuando apareció su cadáver dos días después en un monte. Se suicidó y dejó dos notas en las que confesaba los hechos.e

El homicida fue grabado por cámaras de seguridad. Tras disparar en la nuca a su superior, manipuló los sistemas de seguridad y anuló las alarmas. En las imágenes se ve como, tras discutir 10 minutos con Parra, le dispara en la nuca y posteriormente limpia la sangre. A. U.