Detrás de las peores circunstancias siempre emergen experiencias extraordinarias, como la protagonizada por un grupo de trabajadores de mantenimiento de los hospitales cacereños, que se han presentado voluntarios para poner a punto el Hospital Virgen de la Montaña, de Cáceres, cerrado el pasado octubre tras 135 años de servicio. Pues bien, su trabajo altruista ha hecho posible que ya esté listo para acoger pacientes. Lo hará desde hoy, según las previsiones que barajaba ayer el SES. Allí se tratará a personas que han dado «positivo en coronavirus, con síntomas leves y sin criterio de ingreso hospitalario», confirma.

La medida forma parte del plan de contingencia del SES para afrontar la epidemia. Por tanto, Cáceres vuelve a tener tres hospitales en marcha. Los contagiados graves se concentran en el San Pedro, que ahora se apoyará en el Virgen de la Montaña para positivos en principio leves. Pero hay más cambios. Este periódico también pudo saber ayer que el Hospital Universitario ya está trasladando sus pacientes de Urología a Cirugía General, en ese mismo recinto. El espacio de Urología se destinará a acoger los ingresos de Neurología y Cardiocirugía que hasta ahora se realizaban en el San Pedro de Alcántara. Así se pretende dejar libre una planta más en el San Pedro destinada a los enfermos graves del Covid-19, que ya ocupan la segunda. Estos ajustes han tenido una honda repercusión en el personal de Urología, cuyas 10 auxiliares y 16 enfermeras serán las que atiendan ese nuevo espacio para positivos graves.

Mientras tanto, la segunda planta del Virgen de la Montaña cuenta ya con todo el equipo necesario para recibir a pacientes positivos, que serán atendidos por médicos de familia en coordinación con el Servicio de Medicina Interna del Complejo Hospitalario Universitario de Cáceres. Así lo precisa el SES y lo matizó ayer el consejero de Sanidad, José María Vergeles, que indicó que el inmueble ya tiene dispuestas 30 camas de aislamiento.

Este diario ha podido charlar con algunos de los voluntarios que no han dudado un segundo en perder su descanso para reactivar las instalaciones del Virgen de la Montaña. Lo han conseguido exprimiendo al máximo la jornada del pasado domingo. «Se presentaron tantos compañeros que hubo que hacer descartes. Al final, unos 15 nos pusimos manos a la obra para poner en funcionamiento todo el sistema eléctrico, calefacción, agua, tomas de oxígeno.... También han trabajado los informáticos y se ha hecho una gran limpieza», explica uno de los voluntarios, experto en mantenimiento de los hospitales cacereños. «Cuando se cerró en octubre el Virgen de la Montaña estaba en perfecto estado, funcionaba al 100%, de modo que con un reajuste está listo. Hoy (por ayer) se dan los últimos remates».

Oxígeno, vending...

Los residentes de la zona también son testigos de este trasiego que ha vuelto a despertar al hospital de su letargo. Todo ha sido muy rápido. «El domingo vino un camión de mudanzas que comenzó a descargar camas. También han traído equipamiento, incluso máquinas de vending.... Hoy han realizado tareas de limpieza y desinfección en el exterior, y ha llegado un camión para abastecer posiblemente de gasoil», describe un vecino.

«Los compañeros han hecho todo lo posible para acortar los tiempos», destaca otro voluntario. «Ahora, con los tres hospitales otra vez abiertos en Cáceres, se ha contratado más personal porque se necesitan trabajadores de mantenimiento las 24 horas. Al Virgen de la Montaña se derivaran los últimos que estuvieron allí porque lo conocen mejor», subraya.