Vemos como casi a diario aparecen titulares y reportajes de cómo, las personas han tenido que adaptarse a una serie de recortes y nuevas condiciones laborales a consecuencia de la tan nombrada crisis económica. Todos por desgracia, conocemos personas que han perdido total o parcialmente su nivel de bienestar social, ya sea por la imposibilidad de pagar hipotecas con intereses de infarto o porqué, simplemente, su mediana o pequeña empresa a dejado, de la noche a la mañana, de facturar lo suficiente para ser rentable. Las posibles causas es algo que a nivel usuario, no podremos entender hasta que, como todo en la vida, el tiempo pase y lo comprendamos con todos sus datos al corriente. La única lectura positiva que podemos sacar, aunque la situación sea complicada, es la aparición de posibilidades de ocio, con la rebaja de hasta un 70% en algunos casos de los precios. Estamos hablando principalmente de los vuelos de bajo coste, los hoteles con reservas de pack básico o la entrada de museos y eventos a unos precios irrisorios. Centrándonos en esta última reseña dedicada a los museos tenemos como principal punto de referencia Londres, que aún siendo una de las capitales de Europa más caras, tiene la libre entrada de los grandes museos principales de la ciudad. Nos encontramos con el British Museum, donde sin salir del área céntrica de la capital, podemos ver en su interior, obras totalmente únicas de multitud de países que se ven en un perfecto estado de conservación. Por nombrar algunas, podemos citar los frisos del Partenón de Atenas (Grecia), la momia de Cleopatra (Egipto) y todo un elenco de lo más variopinto de las diferentes zonas de la geografía mundial.

Expedia ha sabido ver el potencial que, para los visitantes, suponen estos y otros atractivos, proporcionando una gama de hoteles en Londres aptos para todo tipo de economías. Como no poder disfrutar de un té ingles admirando una calle emblemática donde se rodó Notting Hill, o navegar por el río Támesis en sus asequibles cruceros recreativos mientras vemos los grandes rascacielos, edificios gubernamentales y construcciones inglesas que hacen olvidar el momento en el que nos encontramos.