La huelga convocada ayer en la petroquímica de Tarragona tras el accidente mortal en la empresa Iqoxe (propiedad del grupo extemeño CL) consiguió reducir al mínimo la actividad productiva en sus polígonos industriales. Este fue el balance en el que coincidieron los sindicatos y que no desmintió la patronal del sector, AEQT (Associación Empresarial Química de Tarragona). La jornada finalizó con una manifestación que recorrió el centro de Tarragona y en la que participaron 3.500 personas según los organizadores y 1.600 según cifras ofrecidas por la Guardia Urbana.

Unos 11.000 trabajadores fueron convocados por CCOO, UGT, CGT y USOC a secundar la primera huelga general en la historia del perímetro de la petroquímica de Tarragona. Esta tuvo lugar poco más de un mes después del accidente en Iqoxe, que se saldó con tres personas muertas, dos de ellas trabajadores de la planta. El seguimiento fue prácticamente total, según señalaron las centrales, y la jornada transcurrió sin apenas incidentes y con el cumplimiento de los servicios mínimos. La AEQT, en su último comunicado, fechado a la una del mediodía de ayer, declinó avanzar datos de seguimiento hasta poder ponderar toda la jornada.

Bajo el lema Por una petroquímica fuerte, más seguridad y menos precariedad, CCOO y UGT calificaron el paro de «histórico» y emplazaron a las empresas a negociar e implementar mejoras en las condiciones de los trabajadores y en los sistemas de mantenimiento. Las centrales denuncian una falta de inversión en la prevención de riesgos, tanto por la vía de las infraestructuras como del personal. También una precarización de las plantillas, a través de la introducción de subcontratas y de trabajadores temporales. Todo ello, según reiteraron, aumenta el riesgo de accidentes.