La huelga de trabajadores y marineros del puerto de El Pireo, en Atenas, ha dejado atrapados hoy en la capital griega a un grupo de unos 500 españoles, a los que se le ha impedido acceder al barco en el que tendrían que haber iniciado hoy un crucero por el Mediterráneo.

"Nos han dicho que si intentábamos acceder al barco nos iban a pegar", relató a Efe Fátima Peña, una de las pasajeras afectadas por la negativa de los piquetes de huelguistas a permitir el acceso al crucero de bandera maltesa Zenith.

Peña ha asegurado que los policías antidisturbios presentes en la zona no hicieron nada ante esas amenazas. Entre los afectados, aseguró la pasajera, se encuentran "niños y personas mayores que tienen sus medicamentos en el equipaje. No sabemos ni siquiera dónde están nuestras maletas".

SIN COMER NI BEBER

Peña ha explicado que el grupo de españoles llegó a Atenas en avión procedente de distintos puntos de España y que muchos de ellos han estado desde primeras hora de la mañana sin nada de comer ni beber y sin información por parte de los responsables del crucero.

En ese sentido, ha indicado que el operador del crucero es la compañía Pullmantur, a la que acusó de "saber que había huelga y, aún así, dejarnos venir". Por la tarde, los españoles y otros 400 pasajeros de distintas nacionalidades han sido conducidos a un hotel para cenar, aunque ignoraban si pasarían la noche en ese establecimiento, ya que los huelguistas indicaron que el bloqueo del puerto se mantendrá hasta las 06.00 (03.00 GMT) de mañana martes.

Un portavoz de la compañía RIC, propietaria de la embarcación, ha explicado a Efe que "todos los pasajeros fueron atendidos de la mejor forma posible para que pasaran la noche cómodos y han sido instalados en hoteles, hasta que termine la protesta".

NEGOCIACIÓN

El propio director del Organismo de Turismo Nacional, Costas Kanelópulos, se ha acercado al puerto de El Pireo para intentar negociar con los huelguistas y comprobar si los pasajeros estaban siendo atendidos correctamente.

El Zenith tendría que haber partido hoy por la tarde rumbo al puerto croata de Dubrovnik, desde donde tiene previsto continuar hacia Brindisi, Venecia, Katakolon para regresar luego a Atenas tras una semana de viaje.

Los marineros protestan por la modificación de la ley de cabotaje, que liberaliza los servicios portuarios, ya que denuncian que abrirá la puerta a la contratación de trabajadores extranjeros que suelen cobrar sueldos más bajos.