TAtlgún día los bares tendrán máquinas del tiempo, como las del tabaco. Unas monedas y vuelves a tu Primera Comunión. Su viaje, gracias. Algún día. Mientras tanto, lo más parecido es despolillar un disco y poner una canción antigua. Serrat, Amancio Prada, Pablo Guerrero, Hilario Camacho , agujeros negros que me transportan a un tiempo donde todo era reciente y luminoso. Joan Bautista Humet me deja a las puertas del amor primero, cuando la amistad no era una herida abierta. Es escuchar a este hombre y me echo a la calle tan adolescentado que a veces pienso que tengo suerte, sin una perra y aún me divierte entrar en los bares, mirar la prensa y observar que no soy el único que da marcha atrás en el tiempo. La delegada del Area de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella , ha afirmado durante un congreso que el planeta "está al servicio del ser humano porque el ser humano es el centro". Qué música escuchará esta mujer que la hace regresar a los tiempos de Copérnico . Ana, distinta Ana, extraña entre su gente, mirada ausente, dice cosas como de quien oye música y no sabe dónde. Entendería tal dislate en boca de su señor marido, hombre de sinfonías barrocas, elegido de Dios, profeta del liberalismo, el consumo y la libre circulación de mercadería humana. En él se entiende el optimismo, acostumbrado como está a ver la botella medio llena. Pero de la señora Botella nos gustaría pensar que tiene una lucecita que apenas se ve y que cuando se queda a solas va diciéndole que no, señora, que el planeta es una despensa de recursos limitados y ser delegada y exprimera dama conlleva una responsabilidad para con los que vienen después y para con los que no tienen nada. Ni tan siquiera una canción antigua que los aleje del presente.