Un humo blanco ha comenzado a escaparse a última hora de la tarde (hora local) del reactor 2 de la central nuclear de Fukushima, mientras ha cesado la humareda del reactor 3 se paró, ha informado la Agencia de Seguridad Nuclear.

Horas antes, los operarios que trabajaban para controlar la crisis en la central nuclear de Fukushima (noreste de Japón) detectaron humo en el reactor 3, por lo que se tuvo que evacuar temporalmente ese área.

La Agencia de Seguridad Nuclear japonesa aseguró poco después que no se han apreciado cambios importantes en los niveles de radiactividad después de apreciarse la humareda.

El humo en el reactor 3 se avistó a las 15.55 hora local (06.55 GMT) en la zona sureste, que desde ayer domingo hasta bien entrada la madrugada ha estado recibiendo toneladas de agua para enfriar su piscina de combustible.

Un portavoz de TEPCO indicó a NHK que los trabajadores fueron evacuados de ese lugar mientras se investigaba el origen del humo.

Además del agua vertida sobre el reactor 3, camiones cisterna han retomado el lanzamiento de agua a la unidad 4 para enfriar su piscina y evitar que las barras de combustible almacenadas queden expuestas al aire.

Esfuerzos por devolver la electricidad

A estas labores de enfriamiento se han sumado los esfuerzos por devolver la electricidad a la central, donde ya se ha logrado que los cables alcancen las instalaciones de las unidades 5 y 2, ahora afectada por el humo.

El objetivo era restaurar sus sistemas de refrigeración, la iluminación de las salas de control y los mecanismos para medir la radiación.

Según la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón, sin embargo, todavía serán necesarios unos días para que se reactive el crucial sistema de refrigeración del reactor 2, que sufrió daños en la parte inferior de su vasija de contención.

Restablecimiento de algunas funciones

El organismo ha añadido que se espera que en las próximas horas se restauren algunas funciones en esa unidad, como las de algunos aparatos de medición y un sistema de ventilación que filtraría sustancias radiactivas, lo que mejoraría las condiciones de trabajo de los operarios.

Se calcula que hasta el momento estos equipos han derramado unas 3.700 toneladas de agua marina sobre los reactores 3 y 4 con el objetivo de rebajar su elevada temperatura y evitar con ello una fusión parcial de sus núcleos, que supondría una nueva emisión de partículas radiactivas a la atmósfera.

Los reactores 5 y el 6 se encuentran en "parada fría", término que se emplea para describir el apagado completo del reactor y que supone que ya no existe peligro alguno de fusión de su núcleo.

Este lunes, la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón también había advertido de que la presión estaba aumentando en el reactor número 3 de la central, por lo que podría ser necesario "ventilar" sus instalaciones para rebajarla. Este reactor es uno de los más perjudicados por el terremoto.

Contener el desastre

El mismo organismo había informado horas antes de que los trabajadores que tratan de contener el desastre nuclear en la central de Fukushima podrían inhalar polvo radiactivo, aunque ha indicado que no hay evidencias de que esto haya sucedido.

Desde el pasado 11 de marzo varios técnicos nucleares se encuentran trabajando en la planta para evitar una fusión en los núcleos de sus cuatro primeros reactores, cuya temperatura se disparó a raíz del terremoto que sacudió la costa noreste del país.

La mayoría de las 800 personas que trabajan habitualmente en estas instalaciones tuvieron que ser evacuadas ante los elevados niveles de radiación, aunque medio centenar ha continuado atendiendo sus obligaciones a lo largo de estos 10 días.