La densa capa de humo procedente de los incendios forestales que arden en el este de Australia disparó este martes hasta niveles "peligrosos" la contaminación en Sídney, lo que obligó a cancelar algunos desplazamientos de transbordadores en la bahía.

"Los vientos ligeros y el abundante humo han hecho que Sídney y sus alrededores tengan niveles de visibilidad bajos y los niveles de la calidad del aire sean peligrosos", señaló en Twitter la Oficina Australia de Meteorología.

Algunas de las zonas más afectadas de la metrópoli son los barrios de Parramatta (noroeste), que alcanzó una concentración de 232 partículas más contaminantes (PM2.5), o Macquarie Park (este) con 255 partículas PM2.5, entre otras zonas a lo largo de la ciudad.

Las partículas de 2.5 micrones o menos (PM2.5) están relacionadas con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y cáncer, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además de Sídney, otras urbes como la vecina Newcastle o Camberra superan ahora los índices de contaminación que habitualmente se registran en Bangkok u otras megalópolis asiáticas castigadas frecuentemente con altos niveles de polución, de acuerdo al Índice Mundial de la Calidad del Aire.

En el estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney, se registran hoy 80 incendios, de los cuales 35 arden sin control.

Los incendios, que han matado a seis personas y calcinado centenares de viviendas y 13.000 kilómetros cuadrados de terreno en todo el país desde el pasado 1 de julio, han sido relacionados con la crisis climática, a pesar de que el Gobierno, defensor del carbón, trata de eludir el debate.