TEtl presidente Ibarra es un clásico idealista español. En la historia del pensamieto político, lo que caracteriza a los españoles es el gusto por proyectos, utopías e ideales. En otros países son más pragmáticos o su único fin es el progreso económico de raíz luterana. En España, la educación judeocristiana nos ha convertido en entusiastas de nuevos mundos, en arquitectos de futuros, en ilusionados con mañanas imaginados. El orteguiano España es un proyecto en común tiene su reflejo en el ibarrista Extremadura es una segunda oportunidad en común.

Este fin de semana, Rodríguez Ibarra presentó en Cáceres lo que él llamó la segunda oportunidad histórica de Extremadura. La primera habría sido la conquista del Nuevo Mundo, cuando los extremeños se fueron a América no porque fueran los más pobres, como reza esa leyenda negra que convierte en porquerizo al noble trujillano Francisco Pizarro, sino porque eran los mejor preparados militarmente. La segunda oportunidad es la revolución tecnológica, que puede ser el gran momento de Extremadura si lo aprovecha la juventud más preparada de la historia de esta región. Ibarra explicó que la sociedad industrial se llevó la mitad de la población extremeña, pero a cambio ha dejado una Extremadura sin miedo a la deslocalización, una Extremadura con los pies ligeros para aprovechar su segunda oportunidad. No sabemos cómo acabará este reto, pero al menos tenemos un presidente con proyecto. Y eso reconforta mucho a los pueblos soñadores.

*Periodista