La bronca por las responsabilidades en el caos de Barajas tras la nevada tomó ayer una senda inesperada. El Ministerio de Fomento abrió un expediente informativo a la compañía Iberia que podría derivar en una fuerte sanción por el "trato inadmisible" que dispensó a sus pasajeros, algunos de los cuales fueron obligados a bajar "cuando estaban embarcados", según anunció la titular del departamento, Magdalena Alvarez, en una rueda de prensa convocada en la T-4. La compañía respondió poco después culpando a los pilotos, en huelga de celo, de las situaciones más graves.

La ministra cargó las tintas contra la compañía española desde el primer momento de su comparecencia. Sin decirlo explícitamente, le achacó la práctica totalidad del caos registrado en Barajas el día siguiente a la nevada. Según su versión, el aeropuerto, con solo dos pistas utilizables, puso el sábado a disposición de las aerolíneas una capacidad operativa de 78 vuelos por hora, suficiente para dar salida a todos los programados. Pero las compañías fueron incapaces de aprovecharla.

A lo más que llegaron las ae- rolíneas fue a 63 operaciones en una hora y su incapacidad les obligó a cancelar 164 de los 1.033 vuelos programados. ¿Y quién suprimió más viajes? Fue Iberia, con 116 cancelaciones, en parte por "razones internas" (la huelga de celo de sus pilotos, a los que la dirección presentó el viernes una demana judicial por 13 millones tras haber expedientado a 41 pilotos hace unos días), según Alvarez. Otras seis grandes aerolíneas llegaron a sumar tan solo 26 cancelaciones.

Pero el motivo del expediente no es la contribución de Iberia al caos, sino la posibilidad de que no haya cumplido "sus obligaciones con los pasajeros". En algunos de sus vuelos tuvo que intervenir incluso la Guardia Civil para desalojar a los viajeros de varios aviones que ya estaban embarcados porque estos se negaban a bajar. "Como ministra y como persona no entiendo cómo determinados responsables no están pidiendo perdón, y como no lo hacen, yo lo pido en su nombre", lamentó Alvarez.

HABLARA EN EL CONGRESO La compañía española respondió que "ofrecerá toda la información que Aviación Civil solicite" y culpó a los pilotos que operaban los vuelos de Buenos Aires, Montevideo y Lima --los desembarcados-- por negarse a salir tras superar el periodo de actividad pese a que la ley lo permite.

Por si a los periodistas se les había escapado, la ministra se encargó de dibujar el trasfondo político de la exigencia de responsabilidades en esta crisis. Aprovechando que la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, había pedido también explicaciones a Iberia, le aconsejó que se las pidiera a sí misma, dado que "Caja Madrid es la accionista mayoritaria de Iberia".

También embistió contra Esperanza Aguirre --las dos mujeres, ambas de fuerte carácter, se profesan un odio indisimulado-- al anunciar que comparecerá a petición propia en el Congreso y que está ansiosa de hacerlo para ver cómo el PP la "hace responsable de lo ocurrido en las carreteras autonómicas y en el interior de Madrid". La enésima petición de dimisión de Alvarez, formulada el sábado por el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, también tuvo su respuesta en estilo Magdalena.

"El que tenía que haber dimitido hace mucho tiempo es Rajoy, que pierde todas las elecciones a las que se presenta", le contestó, aunque, en tono irónico se mostró preocupada al observar que el dirigente conservador "solo sale de la pereza que le acompaña siempre" cuando pide su cese. Ella se considera plenamente respaldada por Zapatero.