La identificación de todos los cadáveres del accidente aéreo del miércoles pasado tardará varios días, quizá más de una semana. El ADN de muchos de los fallecidos está en tan mal estado que hace muy difícil la comparación con las muestras obtenidas de sus familiares. Esta circunstancia impidió que ayer quedaran identificados la mayoría de los cuerpos, dando al traste con las optimistas previsiones del Ministerio del Interior, que pensaba dar casi por concluido el trabajo en un tiempo récord en este tipo de siniestros. Anoche quedaban por atribuir nombre y apellidos a 85 cadáveres.

El anuncio de una identificación en tiempo récord había generado enormes expectativas entre los familiares, que veían próximo el final de uno de los calvarios por los que están pasando desde hace cinco días. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo tuvo en cuenta y se apresuró a mandar por la mañana al Hotel Auditorium un equipo de especialistas para que les explicaran que habían surgido problemas. "Está costando más de lo que inicialmente pensamos", declaró el ministro después de visitar a uno de los heridos. El motivo es que el ADN de las víctimas "no está bien", lo que hace que la identificación "lleve tiempo". ¿Cuánto? El ministro no quiso esta vez pillarse los dedos y rehusó lanzar peligrosos vaticinios.

PRUDENCIA Tampoco se atrevieron a pronosticar un plazo la directora general de Protección Civil, Pilar Gallego, y los peritos de la Guardia Civil que la acompañaron a dar explicaciones a los familiares. Lo único que pudieron contarles es que llevaban identificados poco más de 60 cuerpos y que, con los 90 restantes, estaban tropezando con dificultades inesperadas. Y es que el grave deterioro de muchos de los cadáveres, especialmente de 20 de ellos, impide que las muestras de ADN tengan las secuencias necesarias para el cotejo. En los casos del niño adoptado y de los extranjeros, la falta de un ADN de referencia alargará hasta 15 días el proceso.

Aunque el ritmo de las identificaciones fue ayer muy lento, los peritos explicaron a los familiares que se irá acelerando a medida que pasen los días, al quedar cada vez menos ADN por emparejar. Los allegados, que están hartos de reuniones frustrantes con Spanair, agradecieron estas explicaciones y se mostraron comprensivos con el nuevo retraso. "Es la mejor reunión que hemos tenido hasta ahora", dijo uno de ellos.

Fuentes judiciales explicaron ayer que el máximo interés del juez Javier Pérez es evitar errores en la identificación de los fallecidos. Por ello, ha optado por dejar trabajar a los forenses y no meterles prisa. Al principio, se había optado por aplicar uno de los tres controles que se practican en este tipo de procesos. Sin embargo, ha sido necesario usar todas las técnicas.