Ningún delincuente quiere llamar desde un móvil registrado con su nombre. Hasta ahora, el hecho de que las tarjetas (SIM) prepago de los teléfonos portátiles pudieran obtenerse sin necesidad de identificarse era la panacea para delincuentes de todos los pelajes: disponían de una línea de teléfono anónima. Ahora, la decisión del Gobierno de forzar a todos los propietarios de una tarjeta prepago a identificarse antes de noviembre so pena de ser dados de baja, ha generado un nuevo mercado ilícito: el de SIM prepago dados de alta con identidades falsas.

Las primeras pistas surgieron a raíz del seguimiento de la actividad de bandas dedicadas a la falsificación. Desde hace unos meses, los investigadores policiales han visto cómo los documentos falsos son utilizados, además de para obtener permisos de residencia o realizar estafas, para obtener tarjetas prepago e, incluso, líneas de móvil de contrato.

La mecánica es simple. "La necesidad de los criminales de teléfonos móviles de no ser identificados ha generado el mercado. Lo que estas bandas hacen es acudir a tiendas de telefonía y adquirir esas tarjetas con documentación falsa. Es decir, sí se identifican, pero con los datos de alguien que no existe", señalan fuentes policiales. "Con un documento falso pueden obtener en diferentes tiendas tres o cuatro tarjetas prepago, además de alguna línea de contrato", agregan. Luego revenden las tarjetas por precios que rondan los 100 euros. Otras veces, emplean documentos robados en establecimientos de telefonía que no se fijan en su autenticidad.

El crecimiento del mercado de tarjetas prepago preocupa especialmente a los servicios encargados de la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado.

Las altas de nuevos contratos de móvil mediante papeles falsos es otro gran negocio. "Primero, con esos documentos abren una cuenta bancaria con el importe mínimo. Luego, con los datos de la cuenta y con esa identidad falsa se dan de alta de una línea telefónica con contrato. Esto, con las promociones de las compañías telefónicas, les suele proporcionar además terminales de muy buena calidad", explican fuentes policiales. "El tráfico es doble. De un lado, está el de tarjetas de prepago. Del otro, el de móviles de última generación".

ANTES DE QUE CORTEN A este último mercado acuden no solo delincuentes, sino personas deseosas de obtener teléfonos de alta gama a un precio mucho más bajo que el de mercado. Además, la obtención de una línea de contrato con documentación falsa tiene una ventaja. "Las tarjetas prepago hay que recargarlas, y eso cuesta dinero. En cambio, con una línea de contrato el falso titular puede llamar tanto como quiera y no pagar, pues las compañías suelen tardar un tiempo en dar de baja una línea de contrato por falta de pago", remachan las citadas fuentes.