La Iglesia Católica belga tenía en su poder una voluminosa parte del expediente judicial confidencial sobre el caso de las niñas Julie y Melissa, secuestradas en 1995 por Marc Dutroux y que murieron durante su cautiverio. Esta documentación fue hallada el pasado 24 de junio por la policía durante el registro de la sede eclesiástica en Malinas en el marco de la investigación sobre los abusos sexuales de menores cometidos por el clero belga, según reveló hoy el diario Het Laatste Nieuws.

El escrutinio de la cuantiosa documentación incautada durante el registro del arzobispado ha revelado que la Iglesia tenía en su poder documentos judiciales confidenciales, como diferentes informes entre magistrados, centenares de fotos del expediente de Dutroux, decenas de fotos de las exhumaciones de los cuerpos de Julie y Melissa y de los cadáveres de las niñas y una parte voluminosa del expediente judicial del caso Julie y Melissa, según el rotativo.

Entre la documentación incautada ha aparecido también una referencia, en una correspondencia interna, a determinados expedientes secretos de casos de pedofilia dentro de la Iglesia belga que habrían sido destruidos.

DENUNCIAS SILENCIADAS

El anterior primado de la Iglesia en Bélgica, el cardenal Godfried Dannels, ha sido interrogado hoy por la policía judicial en calidad de testigo en las investigaciones sobre los abusos de menores cometidos por el clero. Los investigadores querían obtener detalles sobre los casos de abusos que habían llegado a su conocimiento y las razones por las que no los había denunciado a la justicia. Al menos 50 víctimas de abusos sexuales por parte del clero aseguran que el cardenal Dannels estaba al corriente de esos delitos y que no adoptó ninguna medida contra los mismos. El cardenal ha negado hasta ahora esas acusaciones.

Dannels, que estuvo al frente de la Iglesia belga desde 1979 al 2009, también ha sido acusado por el sacerdote retirado Rik Devillé de no haber querido actuar frente a las numerosas denuncias de abusos por parte del clero, que el mismo le había aportado. Dannels es acusado asimismo de haber estado al corriente de los abusos cometidos por el obispo de Brujas y que el mismo acabó por confesar el pasado mes de abril.

MANIOBRAS CONTRA EL JUEZ

La Iglesia belga, que ha mantenido durante décadas bajo una losa de silencio los abusos del clero, ha comenzado ya su contraataque para detener la investigación. Los abogados de Dannels y del Arzobispado cuestionan la legalidad de los registros, la inviolabilidad de la correspondencia, la invalidez de las pruebas obtenidas y la inmunidad diplomática de la sede eclesial.

El ministro de Justicia, el democristiano Stefan de Clerck, y la fiscalía general belga, bajo presión de la Iglesia, han iniciado los trámites para evaluar la actuación del juez de instrucción Win de Troy, que ha desencadenado la investigación sobre los abusos de menores del clero. El expediente judicial será analizado por la fiscalía general que podría recomendar retirar la instrucción del mismo al combativo juez De Troy.