El XVII Congreso Mundial de Educación Católica ha comenzado hoy en Zaragoza con un llamamiento del cardenal Zenon Grocholewski para que los estados financien las escuelas católicas de la misma manera que el resto de centros, a fin de garantizar la libertad de elección de los padres. Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica, ha hecho esta afirmación en la inauguración del Congreso, al que han asistido la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, y el presidente de la Oficina Internacional de Educación Católica (OIEC), Carlos Pelegrín. El cardenal ha insistido en la defensa del papa Benedicto XVI ante los gobiernos de los derechos a la vida y a la libertad religiosa como valores "innegociables", y ha advertido que "no basta" que los estados permitan los distintos centros educativos que reclaman los padres.

Según ha explicado, "es necesario que estos centros sean financiados con fondos públicos de la misma manera que otros, porque si no, algunos padres serían discriminados a la hora de elegir centros". En su opinión, los políticos y legisladores católicos "deben sentirse interpelados" por las afirmaciones del papa, a fin de apoyar leyes "inspiradas" en los valores de la educación cristiana. El cardenal, que también ha expresado su rechazo a la "muerte silenciosa" que supone, en su opinión, el aborto y la eutanasia, ha explicado que la educación no debe sustentarse en el "relativismo ético moral" de la sociedad actual sino en valores centrados en el ser humano. Por su parte, la presidenta de Aragón ha valorado el trabajo desarrollado por la OIEC, movimiento que, según ha afirmado, comprende más de 210.000 escuelas y 44 millones de alumnos.

Rudi, para quien la enseñanza es una cuestión "capital" en el desarrollo de la sociedad, se ha mostrado partidaria de una "educación en libertad", "alejada de la imposición de dirigismos desde la administración". A su juicio, el fracaso escolar exige una "importante reforma" del modelo educativo actual en España, que permita apoyar el mérito y que al mismo tiempo "no deje a nadie atrás".

La presidenta del Gobierno aragonés ha explicado que la iglesia católica ha sido la "principal impulsora" desde hace siglos del derecho universal a la educación, labor que ha reconocido públicamente ante los asistentes al Congreso. El XVII Congreso Mundial de Educación Católica reúne hasta el próximo viernes a seiscientos expertos procedentes de los distintos continentes para reflexionar sobre el tema "La escuela, lugar de esperanza para educar en los derechos humanos".

El presidente de la OIEC ha expresado su confianza en que la cita sea una "contribución" para impulsar el desarrollo de nuevas escuelas católicas, en las que, según ha afirmado, los principios de la fe cristiana son "norma educativa", y en las que cada disciplina "debe incluir valores y verdades".

Por su parte, el secretario general de esta organización, padre Ángel Astorgano, ha explicado que el tema del Congreso se decidió en una reunión previa celebrada en marzo en la que se constató que "la crisis económica, familiar, de valores y social estaba haciendo entrar al mundo en un camino sin esperanza". A este respecto, ha comentado que la educación actual tiende a perpetuar el "viejo sistema competitivo", mientras que la enseñanza religiosa se dirige a la promoción de los derechos humanos y a la solidaridad. Para Astorgano, la educación "debe ser cada vez más una ventana abierta a la realidad mundial y un motor de transformación de la sociedad".