El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, explicó ayer que no aprecia la resistencia al levantamiento del secreto pontificio en los casos de pederastia que han denunciado algunas víctimas de abusos. «No sé, tendría que pensar en cada episcopado, pero creo que globalmente no» existe esa resistencia, manifestó.

Bien al contrario, el portavoz de los obispos cree que la decisión ha sido «acertada» y que «tanto las víctimas como los acusados precisaban, a veces, un conocimiento que por estar sometido al secreto, no se tenía», indicó.

También cree que los obispos inmersos en algún tipo de proceso deseaban que se eliminara el secreto porque éste les dificultaba acatar las órdenes judiciales. «Si los jueces españoles nos piden a los tribunales eclesiásticos correspondientes una información, ahora el secreto pontificio no será una dificultad para ofrecer esa comunicación», señaló.

Tanto el portavoz episcopal como el Arzobispado de Barcelona quisieron destacar también que el fin del secreto pontificio no comporta el del secreto judicial. Más claro no lo pudo decir Argüello. «Las comunicaciones se harán en función de la propia legislación y respetando los derechos de todas las partes del proceso. Que se abola el secreto pontificio no quiere decir que los procedimientos pasen a ser de una publicidad periodística», subrayó.

ESPERA CONOCER MÁS DATOS / El episcopado español espera también que la supresión del secreto pontificio le permita conocer «algunos datos» sobre los casos de abusos que se han producido en España de los que hasta ahora solo tenía conocimiento la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano.

«En el conjunto de España no (tenemos un dato de casos de abusos), pero pensamos, precisamente, que esta supresión del secreto pontificio permitirá a la Congregación (para la Doctrina de la Fe del Vaticano), seguramente, ofrecernos algunos datos, eso dependerá de la Congregación», especificó en este caso Argüello.

El oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe Jordi Bertomeu aseguró en una tribuna en la revista Palabra, que en el periodo que transcurrió del 2001 al 2019, el Vaticano ha gestionado unos 6.000 casos de abusos sexuales a menores cometidos por clérigos.

Respecto a las indemnizaciones a las víctimas de abusos en la Iglesia española, Luis Argüello precisó que, aunque no contemplen un fondo compensatorio, no descartan ayudas con carácter «subsidiario», es decir, de forma complementaria a la responsabilidad que asuman el autor del delito y la institución a la que pertenezca, como una congregación religiosa, una diócesis o un colegio.

«No se excluye la posibilidad de una ayuda económica por quien tenga que hacerlo, puede ser una diócesis, una congregación religiosa o una institución diversa. Lo que a nosotros no nos parecía oportuno es establecer a priori, por parte de la Conferencia Episcopal Española, un fondo así».

AYUDAS EN EUROPA / En lo que se piensa es en «estar dispuestos para abordar estas situaciones desde el principio de subsidiaridad. La responsabilidad primera es de las personas y de las instituciones a las que pertenecen», precisó Argüello.

En el caso de otras conferencias episcopales europeas se prevén ayudas. En la francesa, por ejemplo, de entre 3.000 y 5.000 euros; y en la alemana, de entre 40.000 y 400.000 euros, según la gravedad de cada caso.