La Conferencia Episcopal española propone un curso de dos a tres años para formar a los novios para el matrimonio, ya que considera que las 20 horas actuales de los cursillos prematrimoniales no son suficientes. «Para ser sacerdote hacen falta siete años de seminario y para ser esposo, esposa, padre, madre, ¿20 horas?», es la reflexión que lanzó ayer Mario Iceta, obispo de Bilbao y presidente de la subcomisión para la familia de la conferencia, durante la presentación de la propuesta. La Iglesia estima que así se podrían «evitar» muchas rupturas.

El itinerario Juntos en camino, +Q2 se compone de 12 temas en los que se abordan asuntos como la sexualidad, las relaciones prematrimoniales, la infidelidad y la resolución de conflictos. No será obligatorio, aunque cada diócesis podrá asumirlo y decidir cuál es la formación que exige a los novios para casarse.

capítulo controvertido / Entre los apartados más controvertidos figura el que lleva por nombre Hombre y mujer los creó. En él se sostiene que el área encargada de pensar en el sexo es 2,5 veces mayor en el hombre que en la mujer. Y que los cuerpos también son diferentes. «Frente al cansancio, corporalmente el cerebro del varón se despierta ante la posibilidad de tener relaciones. Sin embargo, la mujer necesita estar descansada para tener una relación sexual». De manera que el documento propone que «el varón, los días que quiera tener relaciones sexuales deberá hacer un esfuerzo mayor y asumir ciertas tareas (por ejemplo, llevar a los hijos por la tarde al parque o pasear un par de horas para que la mujer pueda dormir la siesta) y la mujer deberá liberarse de ciertas cargas de trabajo y descansar para encontrarse ambos preparados para el encuentro sexual».

También recomienda que la pareja ponga de su parte evitar «la pereza en la mujer o el poco cuidado en el varón». Además, aborda la pornografía que «facilita la práctica de la masturbación y la infidelidad», y advierte sobre los peligros del onanismo.

El curso no es obligatorio como tal aunque cada diócesis podrá asumirlo y decidir cuál es la formación que exige a los novios para casarse, según Iceta.

Ignacio Oriol, uno de los esposos que ha participado en su elaboración, explicó que en las sesiones ofrecerán recursos y tareas a las parejas como películas, libros, ejercicios espirituales y retiros. También fomentarán la creación de vínculos con otras parejas de novios, profundizar en la vida sacramental y la participación en eventos familiares.