Acompañada de la música de un violonchelo, la ciudad de Igualada acogió ayer en una ceremonia civil al niño Marcel Planell bajo los auspicios de valores como la libertad, la igualdad y el respeto.

El bautismo civil , la primera ceremonia laica de este tipo que se ofició en Cataluña, se celebró en medio de una gran expectación mediática en el ayuntamiento de la capital de la comarca de la Anoia.

La celebración empezó con el parlamento de la madre del niño, Carmela Planell, que agradeció al consistorio la oportunidad que brindó a su hijo de ser acogido como ciudadano.

DISCURSO

En su discurso también se ha felicitado de que esta primera acogida civil abra la puerta de otras familias que quieren hacer efectivo este derecho.

El alcalde de Igualada, Jordi Aymamí, leyó dos fragmentos de la carta de los derechos de los niños de la ONU, así como un capítulo de la Constitución española referido a la educación.

Así concluyó la primera ceremonia de acogimiento civil de Cataluña, después de que en Alella (Barcelona) se celebraran hace años imposiciones de nombres a niños, pero sin ningún reglamento específico para ello.

La madre del menor empezó a moverse para promover esta ceremonia en Barcelona -ciudad en la que residía antes de trasladarse a Igualada-, pero se encontró con que "el ayuntamiento no quiso entrar en polémica con la iglesia".

Los bautismos civiles , una vieja tradición republicana francesa, se llevaron a cabo por primera vez en Estrasburgo (Francia) el 13 de julio de 1790, en tiempos de la Primera República.