Ikea pagará 46 millones de dólares (más de 41 millones de euros) a los padres de un niño de 2 años que murió aplastado por una de sus cómodas en California. Es el mayor acuerdo de indemnización por muerte infantil en EEUU.

El mueble que cayó sobre el pequeño Jozef Dudek en mayo del 2017 pesaba 32 kilos, pertenecía a la línea Malm y fue retirado en EEUU y Canadá en el 2016 -un año antes del siniestro- tras confirmarse el fallecimiento de otros tres niños en accidentes similares debido a fallos de seguridad de las piezas. En diciembre de ese mismo año, la compañía sueca indemnizó con 50 millones de dólares a las tres familias afectadas.

«Nunca pensamos que un niño de 2 años podría hacer que una cómoda de solo 76 centímetros de altura volcara y lo asfixiara. Más tarde supimos que era inestable por el diseño», afirmaron ayer los padres a través de un comunicado. El menor subió sobre los cajones y el mueble cedió.

En el 2015, Ikea advirtió, con una campaña de la necesidad de anclar estas cómodas. «Si bien ningún acuerdo puede alterar los trágicos hechos que nos trajeron aquí, por el bien de la familia y todos los involucrados estamos agradecidos de que haya una resolución», dijo una portavoz.