TStiempre me ha disgustado la imagen negativa que de Cáceres se proyecta en los medios de comunicación nacionales. Al final ésa es la que queda fijada en los pliegues de las meninges de muchos ciudadanos de todo el país. Mis amigos de otras provincias cuando les comento que vivo en Cáceres siempre me contestan cosas como:

--Ah, Cáceres, sí, qué bonito, no conozco yo esa zona de Castellón...

Otros atinan mucho más, pero siguen dando palos de ciego:

--Cáceres... ¿No es donde la gente protesta porque cierran los bares y los estudiantes hacen un botellón enorme en la plaza?

La ciudad monumental --ésa que nos ha seducido a tantos para vivir aquí-- sólo es citada por algún despistado. Quesos, jamones ibéricos, migas, tencas, vinos, calidad de vida, tranquilidad... Nada de esas buenas noticias parece que deba trascender. Un redactor jefe de una televisión nacional me lo explicó:

--Es que de Extremadura sólo nos interesan las noticias P.H.

--¿Cuáles son ésas?

--Las noticias tipo Puerto Hurraco .

--Ah, entonces tú eres un periodista H.P. No me hagas explicarte las siglas, por no darte pistas.

La última aparición de la ciudad monumental cacereña en la tele ha sido gracias al último novio de Carmen Martínez Bordiú , que se subió el 20-N al balcón de un palacio para imitar a Franco . Los cacereños no se merecen tal falta de respeto. Pero a algún avispado esa patochada le pareció noticia. Refrán para el martes: Cada vez es más normal medrar por vía vaginal. ¡Ay, si los viera el general! .