Qué tienen en común la emperatriz Eugenia de Montijo y la actriz Jennifer López? El nexo de unión de esas dos mujeres se llama Louis Vuitton, el maletero francés que fabricó el equipaje en el que la emperatriz francesa llevó los trajes para la fiesta de inauguración del canal de Suez. Eugenia hizo famoso al maletero entre la realeza y la aristocracia, grupos a los que siguieron --cuando los anteriores dejaron la élite-- los hombres de negocios, los astros del cine, los nuevos ricos en general y los caprichosos en particular, hasta llegar a la actriz y cantante portorriqueña Jennifer López, que acaba de ser contratada como imagen de la firma.

Un siglo después de que el artesano Vuitton se pasara el día cumpliendo las displicentes órdenes de la nobleza europea,-- "esta maleta no me gusta, este baúl cambiemelo"-- la firma está en manos de Bernard Arnault, el poderoso presidente de holding LVMH, el grupo líder en el sector de productos de lujo que posee marcas como Christian Dior, Loewe, Donna Karan, Fendi, Kenzo, Givenchy, Lacroix y la citada Louis Vuitton, entre otras. Ahora es Arnault quien mira desde arriba a los miles de clientes, aristócratas y plebeyos, que, bolso a bolso, alimentan cada día las arcas de la empresa.

Para seguir ampliando su imperio, Arnault ha elegido Barcelona para instalar la impresionante nueva tienda de Louis Vuitton, reafirmando así que el paseo de Gracia de Barcelona va camino de convertirse en la Quinta Avenida de Nueva York, el Faubourg Saint Honoré de París o Rodeo Drive en Los Angeles. Unas calles donde emular a Pretty Woman, siempre que te toque Richard Gere, o la primitiva.