Una mano biónica que permite la movilidad individual de los dedos y tiene apariencia humana ha sido implantada hoy por primera vez en España a un paciente, un hombre de 47 años, que ha destacado la seguridad que le proporciona la nueva prótesis a la hora de coger objetos.

En una demostración ante medios de comunicación en una clínica ortopédica, el paciente, Lorenzo Gil Valía, ha mostrado las diferencias entre su prótesis antigua y la nueva mano, que funciona a través de dos sensores que reciben el movimiento muscular del brazo.

Hasta ahora el paciente, de 47 años, ha llevado una prótesis mioeléctrica cuya única posibilidad de movimiento era de pinza, pero ahora técnicos ortoprotésicos han cambiado su mano izquierda por la mano biónica en unos pocos minutos, con lo que ha mostrado la facilidad con que se lleva a cabo el implante ya que se sujeta al brazo mediante un sistema de presión.

Según el técnico ortoprotésico que trata a este paciente, Leopoldo Fernández, la nueva prótesis permite una fácil adaptación para los pacientes con implantes de tipo mioeléctrico ya que su funcionamiento está basado en impulsos musculares en ambos modelos. Fernández ha destacado la mejora de la calidad de vida que supone la nueva mano para los pacientes que han perdido una extremidad superior en accidente o de la que carecen desde el nacimiento, así como que permite un movimiento hasta ahora imposible, la rotación del pulgar.

Según ha explicado, el paciente nació con una malformación congénita por la que la longitud desde el codo hasta el muñón es de aproximadamente ocho centímetros, lo que ha facilitado la sujeción de la prótesis. La mano biónica puede implantarse a un gran número de pacientes aunque no en todos los casos, como en aquellos en los que falta prácticamente todo el brazo debido a que no se podría conseguir una sujeción óptima. Además de las ventajas de movilidad, la mano, comercializada por la empresa valenciana EMO con el nombre de "i-LIMB", incorpora una mejora de la calidad estética, ya que está cubierta por un guante que imita el color, textura y características generales de la piel del paciente.

El puesto del trabajo del paciente le exige utilizar constantemente el teclado del ordenador, actividad para la que la mano artificial es "un gran avance", según ha asegurado Lorenzo Gil Valía. La mano permite sujetar objetos como una llave y abrir una puerta, acción que antes no podía desarrollar el paciente con la anterior prótesis. El coste de la mano, que comienza ahora su comercialización, se sitúa entre los 36.000 y 40.000 euros, en función de las características del paciente.

Durante la demostración, Gil Valía ha manifestado que la mano biónica le proporciona mucha más seguridad. "Esta mano se atiene a la resistencia del objeto que coges" porque "con la otra no me fiaba mucho", ya que podía aplastar o romper el objeto, según ha explicado. Respecto al aspecto exterior, la piel artificial protege la mano de agentes externos, es tan flexible como la piel humana y presenta prácticamente el mismo aspecto.

La mano biónica "i-LIMB" fue presentada el pasado 29 de noviembre en la Feria Orprotec de Valencia y, desde ese momento la empresa comercializadora ha recibido numerosas solicitudes de pacientes y técnicos protésicos interesados en ella.

Según fuentes de la empresa comercializadora, la próxima semana se colocará una prótesis de este tipo a una niña de 13 años, en un proceso que tendrá lugar en el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.