El consejero de Obras Públicas, Joaquín Nadal, afirma que las infraestructuras de la estación de Castelldefels Playa funcionaron correctamente e insinúa que los atropellos se debieron a un comportamiento inadecuado de los usuarios. "No es momento de catalogar lo sucedido, pero hay cosas que no se tenían que hacer", ha declarado en una rueda de prensa conjunta con representantes de administraciones públicas en el Ayuntamiento de Castelldefels.

"Esta estación tiene un paso subterráneo y dos ascensores para facilitar la accesibilidad. También hay un paso superior con un acceso interrumpido por una cadena con un grado de dificultad física para salvarlo equivalente al que había para traspasar las vías", ha asegurado Nadal. El paso superior al que alude Nadal no forma parte de la estación, aunque uno de los ramales deriva hacia ella. "Todas las personas que descendieron del tren accedieron por donde era normal salir, todas menos 30", ha remachado, aunque en ningún momento mencionó la palabra imprudencia.

Nadal ha recordado que desde megafonía había habitualmente una insistencia en advertir que no se cruzaran las vías porque "hay muchos trenes que no paran".

El consejo también ha recordado que los tornos de salida estaban abiertos para facilitar el paso de las personas que abandonaban la estación.

Investigación abierta

El secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, ha anunciado que Fomento ha abierto una comisión de investigación para analizar lo sucedido en Castelldefels Playa , al margen de la investigación que por ley deben abrir el gestor de la infraestructuras públicas, Adif, y Renfe Operadora. "Ahora sería precipitado dar cualquier tipo de explicación", según Morlán, que se ha mostrado muy prudente a la hora de dar cualquier detalle que contribuya a explicar lo sucedido. "Las cajas negras las tiene el juez, porque también hay una investigación judicial".

El presidente de Renfe, Teófilo Serrano, no ha querido tampoco precisar detalles remitiéndose a la investigación en marcha, pero ha señalado que "la velocidad depende de las condiciones de la vía y el tramo, y que todo parece indicar que estaban dentro de las autorizadas".

Ambos reconocen que el tren de Rodalies podía acoger hasta un millar de personas y que en el momento del accidente, debía llevas unas 700, pero no han precisado cuántas pudieron bajar en la estación del accidente.