Una profesora, Marta P. T., y una educadora, Eva C. V., del CEIP Marcelí Domingo de Tarragona, han sido imputadas por el Juzgado número 6 de la ciudad después de que los padres de una menor, afectada de síndrome de Down, las denunciaran por maltratarla.

Se acusa a Eva C. V., de un delito de lesiones y otro contra la integridad moral, y a Marta P. T., de cooperadora en un delito de maltrato habitual y moral. La denuncia se presentó en octubre del 2004 aunque la investigación no está finalizada.

Rosario, la madre, explica que una amiga de su hija, que tenia 10 años, le comentó que Eva C. V., pegaba y humillaba a la pequeña. Hizo averiguaciones y preguntó a su hija, que le contó que Eva le daba collejas, la llamaba "so tonta" y la ridiculizaba delante de los alumnos. "A veces llegaba de la escuela con cortes, llorando, pero pensábamos que se lo había hecho jugando", manifiesta la mujer.

Cuando los padres tuvieron indicios de que algo grave sucedía, fueron a entrevistarse con Remei Pérez, la directora del centro, que no se creyó su relato, lo que les indignó. "Si hubieran investigado, no habríamos recurrido a los tribunales, pero nos ignoraron", dice José María, el padre.

Eva C. V., negó ante el juez haber ejercido cualquier violencia, aunque admitió que la ponía nerviosa. "A veces le tocaba el brazo, pero no fuerte", dijo. Marta P. T., citada como testigo, dijo que no observó en ningun momento un comportamiento inadecuado. La niña desveló en el juzgado que Eva le propinó golpes, le tapó la boca con celo, la pellizcó y le llegó a bajar los pantalones en medio de la clase, entre otras agresiones físicas y psíquicas.