EL VIADUCTO de Millau, el puente más alto del mundo, "prodigio de arte y de arquitectura", y que acorta distancias entre el norte y el sur de Europa, fue inaugurado ayer por el presidente francés, Jacques Chirac. El puente mide casi 2,5 kilómetros de largo, sobrevuela el río Tarn y une las planicies de Rouge y Larzac (centro de Francia). Levantado en sólo tres años, el viaducto de Millau, que los días de niebla da la impresión de tratarse de siete veleros blancos cruzando el valle, es fruto de 10 años de estudios y del arquitecto británico Norman Foster y el ingeniero francés Michel Virlogeux. EFE