La Guardia Civil, en colaboración con los Mossos, ha desmantelado una red criminal especializada en asaltos violentos anarcotraficantes en una operación en la que han sido detenidas 30 personas y se han incautado 2.600 kilos de hachís.

Según el instituto armado, la denominada operación 'Florence' ha sido desarrollada en las provincias de Barcelona, Cádiz, Málaga y Huelva.

Las investigaciones se iniciaron en verano del 2015 a raíz de una serie de asaltos violentos que sufrieron tres personas relacionadas con el mundo del narcotráfico en las provincias de Barcelona y Cádiz.

Aunque en un principio estos asaltos parecían no tener un nexo en común, después se pudo constatar que en ambos casos los asaltantes se habían hecho pasar por miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y habían empleado extrema violencia, armas de fuego, anagramas, distintivos y prendas policiales, lo que suscitó las sospechas de que podrían haber sido cometido por un mismo grupo organizado con fuerte entrenamiento y experiencia criminal consolidada.

CONEXIONES INTERNACIONALES

A partir de esta investigación, se determinó que la organización tenía conexiones internacionales con otras organizaciones en Marruecos, que introducían en los alijos de hachís dispositivos de seguimiento por satélite para ubicar las partidas de droga que se introducían en la península.

Así, una vez que estaban en España, los miembros de la red se hacían pasar por agentes de las Fuerzas de Seguridad para robar la droga.

Para ello no dudaban en secuestrar y torturar a sus víctimas para exigirles información relativa a ciertos alijos de hachís.

Cuando la organización tenía el hachís en su poder contactaba con otras organizaciones de narcotraficantes en Francia para cambiar la droga por armas cortas y munición, lo que les hacía aumentar su capacidad operativa.

Durante la investigación, los agentes han podido constatar la comisión de 25 asaltos violentos y la operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones, según la Guardia Civil.

La operación, en la que se han realizado 29 registros domiciliarios y se ha intervenido, además del hachís 16 vehículos, más de 60.000 euros en efectivo, 6 pistolas, teléfonos móviles y abundante documentación, ha sido desarrollada por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Cádiz, Huelva y Barcelona y se ha contado con la colaboración de los Mossos d'Escuadra y la Gendarmería Real Marroquí.