La Guardia Civil ha intervenido en un establecimiento comercial de Barcelona 149 partes de animales, como colas y garras de mono, piel de tigre, dientes de cocodrilo o corazones de ave tiñosa, que estaban a la venta para utilizarlos en diferentes rituales.

Según ha informado la Guardia Civil, en la incautación, los agentes también aprehendieron una tortuga viva y el cuerpo completo y disecado de un águila.

El responsable del establecimiento no ha podido aportar ninguna documentación que amparase la legalidad de la importación de los trozos de animales, por lo que los agentes de la Guardia Civil han instruido un acta por la presunta comisión de una infracción de contrabando con especímenes o partes de éstos incluidos en el Convenio CITES (Comercio Internacional de Especies Amenazadas).

Efectivos de la Patrulla Fiscal y de Fronteras (PAFIF) de la Guardia Civil descubrieron los productos animales, la mayoría disecados, expuestos con fines comerciales y entre ellos encontraron partes que correspondían a monos, tigres, cocodrilos, serpientes, pájaros carpinteros, zorros y otros mamíferos, aves, e incluso insectos, como el escarabajo egipcio.

Según la Guardia Civil, estos trozos de animales, manufacturados para su venta como un "producto", eran fundamentalmente garras, patas, cabezas, colas, pelo, piel y corazones.

También fueron intervenidas piezas de coral rojo, caballitos de mar, pequeñas piezas de marfil o trozos de piel de serpiente.

Durante la inspección al local, la Guardia Civil también se incautó de ocho botellas de licor "afrodisíaco" y de cinco de aguardiente "santero", ninguna provista de los preceptivos precintos fiscales.

En este caso, al propietario del establecimiento le imputaron la presunta comisión de una infracción administrativa a la Ley 38/92 de Impuestos Especiales.