Dos ancianos han fallecido y otras tres personas han resultado intoxicadas leves por humo en el incendio que esta madrugada se ha declarado en una de las habitaciones de un geriátrico de Calella y que, según las primeras investigaciones, se ha originado por una colilla mal apagada.

El incendio se desató hacia las dos de la madrugada de ayer, viernes, en la residencia La Maresma, situada en el kilómetro 1,5 de la carretera de Ortsavinyá, en el término de Calella, un centro que, según la consejera de Benestar i Familia de la Generalitat, Anna Simó, cumple con todas las normativas de seguridad.

Por ello, la consejera, que se ha desplazado al lugar de los hechos, ha dicho que el incendio que ha causado las dos muertes se ha debido a un "lamentable accidente" y no a una negligencia.

No obstante, el propio administrador general de la residencia, Jordi Turrull, ha admitido que algunos de los ancianos fuman en sus habitaciones, a pesar de estar prohibido.

Turrull ha justificado, sin embargo, que "no podemos ir habitación por habitación controlando si todos los residentes fuman o no".