El primer sospechoso oficial en el caso de la desaparición en Portugal de Madeleine McCann, el británico Robert Murat, aceptó hoy 600.000 libras (unos 750.000 euros) en concepto de indemnización por los daños a su imagen causados por diez periódicos británicos. "La declaración de hoy de disculpa en un tribunal significa que emerjo de esta acción exculpado y con el reconocimiento de que lo que se dijo contra mí era totalmente falso", dijo hoy a la salida del Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales, donde aceptó el acuerdo.

Murat, que reside a poco más de 100 metros de donde desapareció la niña inglesa en mayo pasado, aseguró que los periódicos implicados en este caso "destrozaron totalmente" su vida y la de su familia y le "causaron una angustia inmensa". "Estoy encantado de que las publicaciones implicadas hayan admitido hoy la falsedad de todas sus alegaciones y yo pueda ahora empezar a reconstruir mi vida", añadió.

El hombre, que sigue siendo considerado sospechoso en el caso, emprendió acciones judiciales junto a su amiga Michaela Walczuch y el consultor de telecomunicaciones Sergey Malinka contra los rotativos por la publicación de casi un centenar de artículos "gravemente difamatorios". Además de la compensación económica, el pacto incluye una disculpa escrita por parte de los rotativos implicados, "The Daily Mail", "The Evening Standard", Metro, "The Daily Express", "The Daily Star", "The Sunday Express", "The Daily Mirror", "The Sunday Mirror", "The Sun" y "The News of the World".

Su caso se suma al de los padres de Madeleine, Gerry y Kate McCann, indemnizados con 550.000 libras (unos 694.000 euros) por los periódicos del grupo Express Newspapers. Doce días después de la desaparición de Madeleine, de cuatro años, la Policía lusa declaró sospechoso oficial a Murat tras levantar sospechas entre la prensa británica desplazada al Algarve, a la que sirvió de intérprete.

El hombre, que ha defendido siempre su inocencia, fue interrogado varias veces y la policía investigó a varias personas de su entorno y se incautó de diversos objetos personales, desde ordenadores a ropa, para analizarlos. Sin embargo, la policía nunca llegó a detenerle ni le acusó formalmente.

Las sospechas sobre Murat se diluyeron cuando a comienzos de septiembre pasado los padres de la pequeña, Gerry y Kate McCann, fueron declarados sospechosos de participar en una hipotética muerte accidental y ocultación del cadáver de su hija, algo que ellos niegan. El pasado 12 de julio, los investigadores portugueses cerraron el caso sin haber logrado avances significativos.